Mezquitas de Estambul

“Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan”

(Proverbio árabe)

 

 La ciudad de Constantinopla (actualmente Estambul) fué la capital del Imperio Otomano durante casi cinco siglos, desde que en 1453 el Sultán Mehmet II conquistara la ciudad al Imperio Bizantino. Desde ese momento la religión cristiana ortodoxa fué suplantada por el islam, y por consiguiente las iglesias en su mayoría se reconvirtieron en mezquitas. Mehmet II el Conquistador hizo construir la Mezquita de Eyüp en honor a la conquista de la ciudad, construida en 1.458 sobre la tumba del portaestandarte de Mahoma, Abu Ayyub al-Ansari, instigador de la conquista. Posteriormente hizo construir la Mezquita de Fatih para que rivalizara en tamaño con Ayasofya, sin conseguirlo. Fué enterrado en ella.

 Pero el período en que más mezquitas se construyeron fué durante el reinado de Suleyman el Magnífico. Su arquitecto Mimar Sinan, considerado el Leonardo Da Vinci otomano, ha sido el artífice de muchas de las más bellas mezquitas del Imperio Otomano entre las que se encuentran Süleymaniye Camii, Sehzade Camii, Rüstem Pasha Camii, Ortaköy Camii, Sokollu Mehmet Pasha Camii, Mihirimah Sultan Camii, Laleli Camii, Pertevniyal Valide Camii, Yeni Camii o Semsi Pasha Camii entre otras.

 Otra de las grandes mezquitas de Estambul es sin duda la Mezquita Azul o Sultanahmed Camii construida por Mehemet Aga, discípulo de Sinan, bajo el sultanato de Ahmed I en 1.616. Su interior está decorado con cerámica azul de Iznik, de donde viene su nombre (ver vídeo).

 

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